Como vaya viniendo vamos viendo
Fotografía del blog de Andrew Atreides Muadib
Ésta es una frase que hizo famosa Eudomar Santos (Franklin Virguez) en la
telenovela venezolana "Por Estas Calles (1992)", que refleja como muchos
llevamos nuestra vida, resolviendo situaciones mientras se van presentando, apagando
fuegos aquí y allá, moviéndonos desde la urgencia y no desde el propósito.
¿Pero es ésta una forma sana de vivir?
Por mi propia experiencia puedo decir que la respuesta es un rotundo NO, ya
que eso nos lleva a vivir en constante estrés y literalmente presos de la
ansiedad y muchas veces incluso temor.
Es entendible que en algunos momentos tendremos que actuar de esa forma porque
se presenten imprevistos que habrá que resolver, forma parte de la vida, pero
no se debe convertir en un estilo de vida.
Despertar cada mañana, a ver que nos depara el día e ir resolviendo conforme
vayan surgiendo cosas, aunque a muchos nos pueda parecer duro, nos hace
negligentes ante nuestra propia existencia, ya que no tomamos decisiones hacia
donde queremos enrumbar nuestra vida.
Cuando somos adolescentes, o al llegar a los 20 ó los 30 años, pensamos que aun somos muy jóvenes para preocuparnos, quizás no le
veamos mucho problema a esa forma de vida, pero luego llegan los 40, 50, 60
años y un día despertamos preguntándonos: ¿Qué he hecho con mi vida? ¿Cumplí el
propósito de mi existencia o sencillamente me dejé arrastrar por la corriente
del mundo?
Llevar una vida sólo de resolver, no nos lleva a ningún lugar, eso es totalmente seguro.
Yo no sé si siempre fui así o es consecuencia de las experiencias de los
últimos años, pero llegó un momento donde me pregunté: ¿Qué estoy haciendo con
mi vida? ¿Hacia dónde me estoy dirigiendo? Es un proceso de dura introspección
(por lo menos para mí), pero necesario y lo recomiendo totalmente.
Estaba siendo totalmente reactiva ante las situaciones de la vida, sin
reflexionar acerca de los deseos que Dios ha puesto en mi corazón para mi vida. Aún
estoy trabajando en eso, muchas veces pierdo el enfoque, pero algo que me ayuda
es tener todo anotado, si olvido algo, sé que puedo ir a la agenda y leerlo allí.
En éste momento la experiencia está siendo más tranquila y placentera, pero
hace mes y medio tuve que escribir en las primeras páginas de mi Bullet Journal una especie de carta dirigida hacia mí para leerla en los momentos de
crisis (que han sido unos cuantos), recordándome que estoy en un proceso, toma
tiempo, no siempre es fácil, pero debo seguir adelante.
¿Es necesaria la planificación o realmente no importa como vayamos realizando nuestras tareas diarias?
Hace unas semanas atrás estaba escuchando un audio de Alex Dey, donde
mencionaba que si no sabias hacia donde ibas ya llegaste, y me dije: ¡Guau, que
impresionante! ¡Tiene razón! Lo que me hizo reflexionar y darme cuenta que cuando
no tenemos un plan en alguna área de nuestra vida, sencillamente no avanzamos
en ella.
Un plan lo podemos ver como un mapa, donde ya hemos visualizado la meta y al
planificar lo que hacemos es diseñar la ruta a seguir para alcanzarla.
Me gustaría saber si ustedes han
experimentado situaciones como éstas, ¿Cómo lograron resolver? ¿Están aun en
ese proceso? ¿Qué cambios han tenido que hacer en su día – día?
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